La primera vez que oí esta frase de Erich Fromm: Te necesito porque te quiero, no te quiero porque te necesito, me costó entenderla; a priori, no encontraba ninguna diferencia. Adentrándome en esto del amor y las relaciones de pareja, pude descubrir que sólo podemos amar desde nuestra plenitud, y desde ahí desear compartir esa plenitud con alguien, muy distinto a querer a alguien para que llene nuestro vacío. Mientras no amemos desde esa tranquilidad afectiva de sentirnos llenos y completos, mantendremos relaciones insanas y de dependencia emocional.

 

Un proceso terapéutico te ofrece la oportunidad de revisar tus carencias, aprender a llenar tus vacíos, sanar tus miedos y gestionar tus relaciones.

Si sientes que puedo acompañarte en este aprendizaje, contacta conmigo, te ofrezco una sesión sin coste para explicarte cómo conseguirlo.

 

VIVIR SIN PENSAR, VIVIR EN PLENITUD, ANTONIO JORGE LARRUY

 

LA PAREJA

Miedo a la soledad

 

La frase que resume estos casos es muy sencilla: necesito tener a alguien a mi lado.

 

Esta frase denota una comprensión equivocada de la realidad afectiva de las personas y constituye, sin lugar a dudas, una semilla de sufrimiento, ya que no hará más que conducir a unas relaciones de dependencia que, tarde o temprano, acabarán convirtiéndose en una cárcel o en motivo de rupturas y frustraciones. Este posicionamiento de necesito estar con alguien es nefasto, ya que sólo sirve para darnos cuenta de que existe una carencia subyacente y una incapacidad de vivir la vida afectiva desde uno mismo, pues una vida afectiva y una relación sana se establecen cuando uno no necesita al otro. Sólo se puede amar sin necesidad, porque amor y necesidad no son sinónimos, como se nos ha hecho creer, sino antónimos.

 

Es decir, cuando hay necesidad no hay amor, y cuando hay amor no hay necesidad. El amor nace de la plenitud y de una autonomía profunda, y está ligado a la libertad, a la verdad y a la vida. Por lo tanto, es imprescindible que cada uno adquiera su propia autonomía. Aunque no lo manifiesten, esta frase de necesito tener a alguien a mi lado está en boca o en la mente de muchas personas, porque son muchas las que padecen este síndrome de inmadurez afectiva debido a su educación. Pero no hay culpables, sino simplemente que nuestra formación en el terreno afectivo genera tanto infantilismo e inmadurez que uno se siente siempre dependiendo de otro. Y esto conduce inevitablemente al sufrimiento.

 

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